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¿Qué Hace, de Hecho, El PHV? Lo principal que hace el Programa Hispano de Verano, es pues, precisamente, ¡su programa de verano de posgrado en teología y religión! Cada estudiante puede tomar sólo un curso de tres créditos. Así, mientras más temprano se solicite admisión, mayores posibilidades habrá de admisión en el curso que se ha escogido en primer lugar. Usualmente, la mitad de nuestros cursos son en español, y los otros cursos en inglés. Los grupos son pequeños: 5-14 estudiantes por curso, y, a veces, algunos/as oyentes. Las clases se reunen diariamente por 3 horas y 20 minutos durante 10 días. Cada estudiante tiene asignaciones diarias de lectura y escritura –-y a veces también asignaciones antes y después del curso de verano como tal. Los/las estudiantes tendrán acceso a la biblioteca de las instituciones donde se lleva a cabo el programa. A partir de un sábado hacia mediados de Junio, casi cien estudiantes, ocho profesoras/es y un par de administradores/as se reúnen por trece días en el PHV. Nuestro programa comienza con un intenso fin de semana de camaradería y construcción de comunidad –justo antes del primer lunes de clases– marcado por una Convocación y un servicio de celebración al cual invitamos a una persona distinguida en el ministerio hispano. Nuestro segundo fin de semana, en el medio de las dos semanas de clases, es aprovechado diversamente por cada quien: hay quienes lo dedican a leer y escribir, otras/os a descansar y jugar, aun otros/as a visitar una iglesia, ciudad, familiar o amistad cercana –¡y hay quienes hacen varias o la totalidad de esas cosas! El jueves antes de nuestro último día, tenemos cena comunitaria y un alegre “show de talentos” que llevan al programa a un cierre festivo. El viernes, tras unas clases más cortas, todas esa mañana, compartimos un almuerzo liviano y nos despedimos. Cada verano nos reunimos en una institución y región distinta, rotando entre nuestras 50+ instituciones patrocinantes, y realzando así el espíritu ecuménico, itinerante e independiente del Programa Hispano de Verano.
Nuestro estudiantado lo conforman principalmente estudiantes latinas/os de M.Div. de una u otra de nuestras 50+ escuelas patrocinantes. Regularmente tenemos también hasta un 10% (5 a 8) de estudiantes de origen africano, afroamericano, asiático, asiático-americano, europeo y euroamericano (en su mayoría involucradas/os o interesados/as en el ministerio con/entre hispanos/as). Aceptamos estudiantes de instituciones no-patrocinantes, al igual que candidatos/as al PhD. De hecho, estudiantes de PhD. tienen la posibilidad de obtener experiencia como Asistentes Docentes en el verano, gracias a una contribución de nuestra iniciativa hermana, la HTI (Iniciativa Teológica Hispana). La HTI también patrocina a menudo, dentro de nuestro programa de verano, una Conferencia Pre-Doctoral Latina, para estudiantes que aspiran a entrar en el futuro en un programa de doctorado, o que ya están en uno. Nuestro Comité de Admisiones toma en cuenta no sólo las notas y la fecha de solicitud de nuestros/as candidatos/as, sino que se esfuerza igualmente por asegurar una diversidad de denominaciones, teologías, edades, género, etnicidades e instituciones patrocinantes en nuestro estudiantado. A menudo, otras cosas corren paralelas al PHV. Tomemos por ejemplo A Través de Ojos Hispanos: un sub-programa que atrae de 5-10 profesores/as no-latinos/as de instituciones patrocinantes, con interés en las contribuciones de y el diálogo con hispanos/as. Ese grupo interactúa con el estudiantado y profesorado del PHV y parte 4-5 días luego, enriquecido por, y habiendo contribuido a nuestro programa, de maneras difícilmente posibles en otros contextos.
Fuera del aula de clase, estudiantado, profesorado y administración tienen muchas oportunidades de encontrarse, conversar, y construir comunidad. Adoramos juntos/as, compartimos casi todas las comidas, y –cuando el tiempo lo permite– jugamos juegos o deportes, damos un paseo, miramos las noticias, o nos sentamos en grupo a estudiar, investigar, o escribir. El servicio diario antes del almuerzo es un componente central de nuestro programa de verano. Estimulamos una variedad de servicios de adoración organizados por un distinto grupo cada día, con la esperanza de que nuestros/as participantes aprenderán humildemente de, y enseñarán con gentileza a cada uno/a – ayudándonos mutuamente a amarnos unos/as a otros/as como Dios nos ha amado (1 Juan 4:11), y a hacer de nuestras iglesias mejores signos del amor divino. Invariablemente, cada programa de verano es tan rico, pleno y significativo, que no sólo suscita evaluaciones muy positivas y alentadoras en la mayoría o la totalidad del estudiantado –sino que una buena porción del mismo trata de retornar una y otra vez al PHV en veranos subsiguientes. Probablemente estamos haciendo algo bien ¿no es cierto? Venga y confírmelo usted mismo/a uno de estos veranos – ¡¡¡o inscríbase en el próximo!!!
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Nuestro profesorado es
cuidadosamente escogido con casi dos años de antelación:
ocho profesores/as de la más
alta calidad académica –en su mayor parte nuevos/as en nuestro
programa– con un balance de disciplinas, iglesias, orientaciones teológicas,
edades, género, raíces nacionales, idioma de enseñanza
y antigüedad en la academia. Afortunadamente, contamos más de
200 profesores/as hispanos/as potenciales, cuya mitad ha sido ya invitada
a enseñar en el PHV en nuestros primeros 20 años de servicio.